Hiperrealidad
Hiperrealidad (no
confundir con el movimiento artístico Hiperrealismo)
es un concepto en semiótica y filosofía postmoderna que
se usa para denominar la incapacidad de la conciencia de distinguir la realidad
de la fantasía, especialmente en las culturas posmodernas tecnológicamente
avanzadas. Hiperrealidad es un medio para describir la forma en que la
conciencia define lo que es verdaderamente "real" en un mundo donde
los medios de comunicación pueden modelar y filtrar de manera radical la manera
en que percibimos un acontecimiento o experiencia. Entre los expertos más
famosos en hiperrealidad se incluyen Jean Baudrillard, Daniel J. Boorstin y Umberto Eco.
En otras palabras: la hiperrealidad es una interpretación de la realidad,
creada por nosotros, que se considera como mejor y que llega a sustituir a la
realidad en la que se basó.
La
mayoría de los aspectos de la hiperrealidad pueden pensarse como
"experimentar la realidad a través de la ayuda de otro", en tanto que
ese otro es algo ajeno a mí mismo. Por ejemplo, un consumidor de Video Juegos
empieza a vivir en un mundo irreal que es creado por la Computadora, y aunque
ésto no es un retrato fiel de lo que es la vida, para este consumidor la
"verdad" de lo que es realmente la vida real deja de ser algo
trascendente. Algunos ejemplos son más simples: por ejemplo, en el contexto de
la cultura estadounidense, la imagen de la letra "M" de McDonald's
crea para el consumidor la "ilusión" de un mundo que promete
cantidades infinitas de idéntica comida, cuando "en realidad" la
"M" no representa nada, y la comida que se produce no es ni idéntica
ni infinita.
El
nacimiento de una hiperrealidad
Los bienes de consumo tienen un valor de signo, es decir que indican algo sobre su poseedor en el contexto de un
sistema social (véase Baudrillard).
Por ejemplo: un rico tiene un Mercedes Benz para indicar su estatus de rico.
Fundamentalmente, el valor de signo
no tiene un significado o un valor intrínsecos, más allá de los acuerdos hechos
en torno a los bienes. A medida que los valores de signo se multiplican, la
interacción social se basa cada vez más en objetos sin un significado
inherente. Por ende, la realidad se vuelve cada vez menos importante a medida
que el valor de signo toma precedencia.
Si se depositan granos de arena en
una mesa, en cierto momento los granos pueden ser vistos como un solo montón de
arena. Similarmente, en un momento dado cuando el valor de signo se torna más y
más complejo, la realidad se desplaza hacia la hiperrealidad.
El
significado de la hiperrealidad
La hiperrealidad es significativa
como un paradigma que explica la condición cultural estadounidense. El consumismo, por su dependencia del valor de
signo, es el factor contribuyente para la creación de la hiperrealidad. Ésta
engaña a la conciencia hacia el desprendimiento de cualquier compromiso
emocional verdadero, optando en cambio por la simulación artificial, e
interminables reproducciones de apariencia fundamentalmente vacía.
Esencialmente, la satisfacción y la felicidad se encuentran a través de la
simulación e imitación de lo real, más que a través de la realidad misma.
La interacción en un lugar hiperreal
como un casino de Las Vegas brinda la
sensación de estar atravesando un mundo de fantasía, donde todos contribuyen a
la ilusión. La decoración no es auténtica, todo es una copia, y la experiencia
en su conjunto se siente como un sueño. Lo que no es un sueño, por supuesto, es
que el casino se queda con el dinero, y uno es más propenso a entregar ese
dinero si uno no se da cuenta de lo que verdaderamente está pasando. En otras
palabras, aunque intelectualmente uno entienda el funcionamiento de un casino,
la propia conciencia cree que apostar dinero en el casino es parte del mundo
"irreal". El interés de los decoradores es enfatizar la apariencia de
fachada del conjunto, para aparentar que toda la experiencia es irreal.
Nota: Muchos filósofos postmodernos, incluyendo a Baudrillard, no hablan
de hiperrealidad en términos de una dicotomía sujeto/objeto.
La
expansión de la hiperrealidad
Con el desarrollo de Internet y las
nuevas tecnologías se pueden crear, casi literalmente, nuevos mundos de los
que, en cierto sentido, se puede decir que no necesitan de la materia prima del
mundo real para existir e interactuar.
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